Para destacar nuestro proyecto GRACIEMAG Indica, realizado en colaboración con algunos de los maestros de Jiu-Jitsu más experimentados y reconocidos del país, ofrecemos a maestros y lectores en general un artículo especial, con diez fundamentos que todo buen maestro de Jiu-Jitsu de por lo general aprecia
Contenido
1. CÓMO MOTIVAR AL ESTUDIANTE
Coral Belt Carlos Gracie Jr. enseña: “La misión de un maestro de Jiu-Jitsu es desarrollar la capacidad de motivar a los estudiantes para que hagan realidad sus sueños. Para lograrlo, el maestro debe utilizar todas las herramientas que ofrece el Jiu-Jitsu”.
El cinturón de coral Rickson Gracie también sigue la línea de pensamiento de Carlinhos y proporciona un ejemplo práctico: “Lo primero que trato de descubrir son los intereses y pasiones del estudiante. Este será el foco de mi trabajo sobre el atleta. Si su idea es ganar un título mundial, ese será mi sistema de motivación a su alrededor, eso es lo que enfatizaré y recordaré en todo momento. Por supuesto, esta tensión motivacional depende de una buena relación entre profesor y alumno”.
2. CÓMO MOTIVAR
Este tema está muy relacionado con lo que Carlos Gracie Jr. considera la esencia misma del Jiu-Jitsu: el autoconocimiento. “Esto es lo más difícil de enseñar y aprender en Jiu-Jitsu, cualquiera que piense que es una técnica de lucha está equivocado. A medida que se profundiza en el arte se empieza a comprender que hay algo más y que ese algo más es el autoconocimiento”. El maestro de Jiu-Jitsu debe ser capaz de hacer una indagación íntima y revelarse a sí mismo el camino que debe tomar para lograr una vida más plena, feliz y, sobre todo, vigorosa. Por lo tanto, es importante preguntarse: ¿qué es lo que realmente quiero de mi vida es enseñar Jiu-Jitsu? Si la respuesta es sí, con la máxima convicción, el éxito de este maestro ya ha recorrido un largo camino.
Rickson analiza: “La satisfacción profesional de beneficiar a los alumnos que pasan por mis manos, convirtiéndose en personas más equilibradas, más tolerantes, con más seguridad en sí mismas y determinación para superar los problemas de su vida, en fin, esta satisfacción me la trae un profesional. gratificación que no tiene precio”. Cuando el maestro disfruta con lo que hace, las dificultades disminuyen. El éxito es sólo consecuencia del trabajo, la disciplina y la preocupación constante por el desarrollo del grupo en un ambiente armónico e integral.
3. DESARROLLAR UN MÉTODO EFICIENTE
“Al principio lo que importa es la repetición”, dice Carlos Gracie Jr. “A mis alumnos les enseño a repetir los trazos hasta que se agotan, hasta que el movimiento entra en su subconsciente y así pueden aplicar la mecánica de los trazos automáticamente, sin pensar. al respecto. . . Luego, cuando las situaciones de combate se vuelven más complejas, trato de animarlos a crear. No soy el tipo de profesor que da todas las respuestas, porque no sé muchas de ellas. Animo a los estudiantes a buscar las respuestas y, si no las encuentran, los animo a desarrollar sus propias soluciones. A esto se le llama creatividad, algo fundamental para un luchador. En mi gimnasio, no hay un solo cerebro pensante. Hay varios cerebros en constante funcionamiento, aprendo mucho de mis alumnos y es con estas dinámicas de grupo que una academia ofrece el ambiente ideal para la práctica del Jiu-Jitsu”.
4. VENERAR LA ESENCIA DEL ARTE
“La defensa personal es una base muy importante, que todo profesor de Jiu-Jitsu debe conocer bien, para incluir en su programa de clases”, enseña José Henrique Leão Teixeira, conocido como “Zé Beleza”. Con toda la experiencia de quienes tienen un sexto grado como cinturón negro, Zé agrega: “La defensa personal ayuda al profesor a instruir a los nuevos alumnos, que no tienen práctica en el combate, es un tipo de entrenamiento que introduce los movimientos básicos de derribos, sumisiones, condicionando el cuerpo del estudiante a un equilibrio específico de lucha, que le ayudará en la práctica del Jiu-Jitsu deportivo”.
Zé Beleza tiene toda la razón, sus declaraciones siguen la misma filosofía que el difunto Gran Maestro Helio Gracie. Mira lo que nos dijo una vez el cinturón rojo: “Quien necesita Jiu-Jitsu es el chico delgado, aterrorizado, inseguro, indefenso. ¿Te imaginas a este tipo asegurándose de que no lo golpeen, apuñalen, pisoteen, golpeen, pateen o aten? Aprende a salir de cualquier situación. Su timidez desaparece, comienza a creer en sí mismo. Es como ganar un millón de dólares de la noche a la mañana. Todavía no he encontrado un alumno que quiera vender, por cualquier cantidad, lo que ha aprendido conmigo. Creé un vehículo para dar seguridad a las personas. Por eso me arrepiento cuando los profesores dejan de lado la defensa personal durante la clase”.
5. CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE ORGANIZACIÓN
Los profesores de Jiu-Jitsu se ven obligados a tomar decisiones importantes, a menudo en una pequeña fracción de tiempo. Por lo tanto, cuanto más organizado esté el profesor, más podrá tomar decisiones correctas. Zé Beleza hace una lista de los requisitos para los profesores que coordina en su escuela: “Asistir a las reuniones de equipo, respetar los horarios de clase y el horario semanal, llegar 30 minutos antes del inicio de clases, llevar siempre el kimono y organizar la clase en el salón de clases, velar por la limpieza del ambiente, vestirse adecuadamente, mantener actualizados los registros de todos los alumnos (nombre, dirección, teléfono, correo electrónico), seguir las normas de conducta del colegio, pedir a los alumnos que presten atención a las normas”. Así, el maestro de Jiu-Jitsu comienza a tomar sus decisiones con mucha más personalidad, firmeza y seguridad, incluso en momentos de presión y adversidad, eligiendo siempre el mejor camino a seguir.
Zé Beleza enseña algunos trucos: “Un buen consejo es anotar todo lo que se va a hacer durante el año, como circulares, exámenes, torneos internos y competencias deportivas, poniendo toda la programación en papel, como si fuera un calendario escolar deportivo . Este no es para compartir entre padres y alumnos, es un control exclusivo del docente, quien debe utilizarlo para su propia organización personal, pudiendo realizar algunos cambios durante el año”.
6. TRABAJA EN EQUIPO, ÚNETE AL GRUPO
En la década de 1950, Carlos y Helio Gracie abrieron lo que se conoció como “la mejor academia de Jiu-Jitsu de todos los tiempos”. Mestre Helio recordó con ojos brillantes: “Compramos un piso entero en un edificio en la Avenida Rio Branco, en el centro de Río de Janeiro. La Academia era un coloso. Dimos 100 lecciones privadas al día. Llevamos más de 20 años con 600 alumnos al mes”. Para que una escuela como esta funcionara de la mejor manera, era fundamental que hubiera un trabajo en equipo eficiente y armonioso. Los profesores de la academia (Carlson y Robson Gracie, Helio Vígio, Armando Wriedt, João Alberto Barreto…) estaban estrictamente controlados. “Seguí las lecciones y tomé notas. Al final del día, llamé a todos y planteé algunas preguntas. Los profesores de mi academia eran muy buenos. Pero si pillaba a alguien diciendo “Tal y tal, acuéstate”, lo escribí y lo corregí. Lo correcto era: ‘Sr. Fulano de tal, ¿podría por favor acostarse?’ El alumno debe sentirse respetado. Hemos dado lecciones a presidentes de la República, ministros… ¿Alguna vez has pensado: ‘¡Abajo, Figueiredo!’?”.
Zé Beleza refuerza las palabras del gran maestro: “Los maestros debemos estar muy atentos a todo. Nuestro trabajo comienza antes de que el estudiante ingrese al salón de clases, ayudándolo a abrocharse el cinturón de seguridad, enseñándole a pasar el rato con sus compañeros e insertándolo en el salón de clases. El lugar de capacitación debe ser principalmente un lugar para construir buenas amistades y generar confianza entre todos los estudiantes. La escuela de Jiu-Jitsu no es solo un lugar donde los alumnos aprenden a luchar, sino también un espacio en el que integrarse a través de un espíritu de compañerismo y amistad”.
7. CUANTO MAYOR ES LA LIMITACIÓN DEL ESTUDIANTE, MAYOR DEBE SER LA SATISFACCIÓN DEL PROFESOR
El Gran Maestro Carlos Gracie escribió una vez: “Jiu-Jitsu es la defensa natural del débil contra el fuerte”. Helio lo dijo de una manera más relajada: “Las técnicas que he desarrollado son para pollo muerto”. En otras palabras, lo que estimula la evolución y, sobre todo, la difusión del Jiu-Jitsu es esta magia capaz de fortalecer a quienes se encuentran en desventaja física y psíquica. Cuanto más desfavorecido está el alumno, mayor y más estimulante es el desafío para el profesor.
“Transformar a un niño tímido usando los fundamentos del Jiu-Jitsu es lo que me hace verdaderamente grande”, analiza Rickson.
8. ASUME LA RESPONSABILIDAD
“Este siempre ha sido uno de los conceptos principales dentro de la Academia Gracie y uno de los fundamentos más importantes que trato de transmitir a los profesores de la Escuela de Jiu-Jitsu Leão Teixeira: cuando un alumno no puede realizar la técnica enseñada, no es él quien se equivoca, somos los profesores los que tenemos que buscar alguna variación del movimiento propuesto, para que el alumno realice la técnica con la máxima eficacia”, enseña Zé Beleza. “Es importante subrayar esto, porque el maestro debe tener cuidado de estudiar y enseñar Jiu-Jitsu de una manera más personalizada. Enseña a cada alumno a realizar sus propias tácticas de lucha y, si es necesario, algunas variaciones técnicas, buscando así la máxima eficacia en todos los fundamentos. El profesor tiene toda la responsabilidad en esto y nunca puede dejar de respetar el tiempo y el estilo de cada alumno, especialmente en las clases de niños”.
9. SERVIR DE EJEMPLO
El maestro debe comprender que es, ante todo, un educador y su postura sirve de ejemplo para todos. Se deben respetar los pequeños detalles, como presentarse con un kimono limpio y bien cuidado, así como la conciencia de que, incluso fuera de las clases, siempre se evalúa la postura y la actitud del profesor.
“No vi a mi papá un día sin hacer ejercicio”, recuerda Rilion Gracie, el hijo de Carlos. “Una vez estuvo seis meses yendo todos los días a ver salir el sol sobre el Cristo Redentor, donde meditaba”. El ejemplo de Carlos animó a Rilion a seguir el camino de una vida sana, de buen humor, disciplinada y en armonía con la naturaleza.
10. TRANSMITIR EL CONOCIMIENTO CLARAMENTE
Hay grandes campeones de Jiu-Jitsu que son pésimos maestros. Saber dar puñetazos no significa que el cinturón negro sepa pasarlos. Por eso es muy importante desarrollar el arte de la comunicación en paralelo con el arte del Jiu-Jitsu. La mejor comunicación en este caso es siempre la más sencilla, la más objetiva. Esto da claridad a lo que se está transmitiendo, facilitando la asimilación del alumno o de los padres del alumno. La creatividad y la persuasión también son requisitos necesarios.
Usemos un ejemplo práctico. El padre de un niño de 8 años tiene dudas sobre si inscribir a su hijo en una academia de Jiu-Jitsu. ¿Qué le dirías, como profesor de Jiu-Jitsu, a este padre? Fabio Gurgel, un carismático veterano cinturón negro, da un buen consejo, que se publica en el sitio web de su academia. Gurgel le diría al padre del niño: “Como sabrás, una cosa que está aumentando mucho en las escuelas, clubes y lugares donde socializan los niños es el llamado ‘bullying’. Los niños están expuestos a abusos psicológicos y, a veces, incluso físicos. El Jiu-Jitsu hace que el niño no sea blanco de este tipo de violencia, ya que la confianza en sí mismo que generan las técnicas de defensa personal hace que el practicante asuma una postura que lo aleja naturalmente de este tipo de agresor”.
Sea honesto, querido lector, si usted fuera el padre del niño de 8 años, ¿no comprendería rápida y claramente la importancia que tiene el arte gentil en la crianza del niño?
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